(Sorry por los acentos, estoy en un teclado francés q aun no sé bien donde està todo..)
Me tomo algunas semanas de visitar cualquiercantidaddehuecos-ratoneras-cuevasdeprimentes antes de q aquellos 10m2 en la rue Mouffetard parecieran un pedazodecieloaterrizadoenlaTierraparaserencontradopormi. Pero finalmente me decidi a hacerlo mi nuevo hogar.
Con un autito mini prestado, mi maleta de copiloto y la grandiosa compania de mi hermosa hermana enterrada bajo un par de mis cosas, emprendemos la aventura de mudarme en el lo q parece ser el dia mas caluroso en la vida de Paris. Después de dar mil vueltas para conseguir puesto, decidimos q lo mejor seria dejar a Mele con las cosas en a puerta mientras yo estaciono el pequeno auto en algun lugar. Me estaciono en doble fila, apago el auto, bajo las maletas, ayudo a mi pobre hermana a bajar, me monto en el carro, lo prend.. Lo prend.. Bravo, el autito no prende.. Se acerca un pintor loco francés: Nada, hay q empujar el auto. Mele, de tacones y todo, lo intenta. El pintor loco francés: no, tu no empujes q eres muy linda, llamemos a estos chicos (chicos random en la calle). Les pega un grito, los regana y los chicos terminan por empujar. Cuando al fin el carro arranca, veo un puesto q si.. al lado.. Me da pena tomarlo despues de todo el show, sigo y "me hago uno" super mas lejos.
Ahora bien, 5 pisos arriba sin ascensor (astutos estos franceses..).. Subimos primero las cosas livianas para tener una idea de lo doloroso q sera llevar al pequeno elefantito q se hace pasar por mi maleta. Subiendolo, paramos en cada piso a tomar un poco de aire, respiramos, nos hacemos las duras, seguimos. Al llegar arriba ni el elefantito ni nosotras valemos medio. Debemos devolver el autito. Nos perdemos, damos mil vueltas tratando de estacionarlo de vuelta. Nos devolvemos en metro.
Estoy cansada, pero sonrio, de tener mi petit espacito en Paris, en mi petit depto, con mi petit tetera, en mi petit calle
Con un autito mini prestado, mi maleta de copiloto y la grandiosa compania de mi hermosa hermana enterrada bajo un par de mis cosas, emprendemos la aventura de mudarme en el lo q parece ser el dia mas caluroso en la vida de Paris. Después de dar mil vueltas para conseguir puesto, decidimos q lo mejor seria dejar a Mele con las cosas en a puerta mientras yo estaciono el pequeno auto en algun lugar. Me estaciono en doble fila, apago el auto, bajo las maletas, ayudo a mi pobre hermana a bajar, me monto en el carro, lo prend.. Lo prend.. Bravo, el autito no prende.. Se acerca un pintor loco francés: Nada, hay q empujar el auto. Mele, de tacones y todo, lo intenta. El pintor loco francés: no, tu no empujes q eres muy linda, llamemos a estos chicos (chicos random en la calle). Les pega un grito, los regana y los chicos terminan por empujar. Cuando al fin el carro arranca, veo un puesto q si.. al lado.. Me da pena tomarlo despues de todo el show, sigo y "me hago uno" super mas lejos.
Ahora bien, 5 pisos arriba sin ascensor (astutos estos franceses..).. Subimos primero las cosas livianas para tener una idea de lo doloroso q sera llevar al pequeno elefantito q se hace pasar por mi maleta. Subiendolo, paramos en cada piso a tomar un poco de aire, respiramos, nos hacemos las duras, seguimos. Al llegar arriba ni el elefantito ni nosotras valemos medio. Debemos devolver el autito. Nos perdemos, damos mil vueltas tratando de estacionarlo de vuelta. Nos devolvemos en metro.
Estoy cansada, pero sonrio, de tener mi petit espacito en Paris, en mi petit depto, con mi petit tetera, en mi petit calle
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