Soñé con nuestras largas conversaciones en las 2 poltronas a la entrada de casa. Tejías, como de costumbre, un par de escarpines para mi. Sentada a tu lado, con los pies en el aire, sin tocar el suelo, decía payasadas para hacerte reir. Reías, con tu hermoso cabello blanco q iluminaba toda tu cara y tu vestido rosa. El Sol entraba por las ventanas, era un día tranquilo y hermoso en la quinta Sumeraisal. Recuerdo tu olor y el sonido de tu voz, el tarro de caramelos de miel o de fresa y el gran espejo donde hacía la mayoría de mis "expresiones artísticas".
Las dos generaciones q nos separan en la cocina y Mele y Anto sacando a Brownie de sus casillas. Recuerdo tus ricos abrazos y tus historias hermosas de esa Caracas q no conocí.
Esta vez no me pedías q te contara chistes, sino de mi vida; aunque igual seguí hablando locuras.. Tb te canté y te bailé. Reiste y dijiste q estabas feliz.
Me gusta pensar q nuestro encuentro fue una visita y una forma de hacerme replantear lo q justo ayer hablaba con Mele..
Gracias por visitarme. Prometo tener más chistes en nuestro próximo encuentro.
P.D.: La ilustración será posteada en unos días.
heyyyyy
ResponderEliminarqué bella la ilustración!!!!
salen igualitas las dos.
Lindos momentos que las enriquecieron y alegraron a las dos.
Sabes que muuuucha gente te recuerda así, alegrando e iluminando TODO cuando llegas, con tus ocurrencias y tu manera de ser.
Qué orgullosa estoy de ser tu mami preferida!
MUAAAAAAA
No cambies nunca.