lunes, 5 de abril de 2010

Escondiendo jugetes detrás de la puerta

De blue jeans rotos y zapatos de goma. Así anda mi hermana. No ahora, por supuesto.. Hace como 18 años. Las pollinas mal cortadas por mamá y siempre en el jardín en busca de algo asombroso. Si pudiera describir mi niñez en una palabra tendría q leerme todo el Pequeño Larousse y podría aun no encontrarla.

De alguna forma ya no medimos medio metro (si, ya sé q esto puede ser usado en mi contra) y hemos cambiado el restaurant del comedor de la casa donde pedíamos q nos piacaran los plátanos por verdaderos restaurants. A pesar de los ratos amargos y de la magia de escondernos en el cuarto entre Legos y carritos, ya mi hermana no usa zapatos de goma ni se rompe las rodillas cada semana ni juega a lanzar muñecos desde los árboles para q los rescaten los bomberos.

Ahora es una niña grande. Con problemas de gente grande, aspiraciones de gente grande y responsabilidades de gente grande.

Los hermanos mayores tienden a sentirse un poco nuestros padres, creo q les pasa a todos y mi hermana no es la excepción. Supongo q empieza cuando son pequeños y lo hacen para sentirse parte del grupo de los q regañan y cuando ven q al fin llega alguien a quien ellos tb pueden regañar, pero luego creo q de verdad les nace el sentimiento original de padres. Tienen aspiraciones para ti q tu ni te imaginas, igual q tus padres. Usteden pensarán: menuda vaina.. Otra persona a quien desilusionar. Pero se equivocan! Bueno.. Si es otra persona a quien desilusionar, pero ese no es el punto. Tb te protegen como tus padres, te consienten y te ayudan, pq quieren q llegues a esas aspiraciones q tienen para ti. Y por eso le doy a gracias a papá y mamá por haberme concebido de segunda.

A veces me pregunto pq no tenemos conversaciones de hermanas de películas, largas y tendidas y entre midnight margaritas o copas de vino. Y es q, aunque fuimos confidentes de todo lo q vivímos en casa y aunque sabíamos q las únicas en el mundo q podíamos entenderlo éramos nosotras, nunca hablamos mucho.. Quizá hablamos diferentes idiomas y no nos hemos enterado o quizá se perdieron algunas cartas en el portal súper top secret de las puertas corredizas del baño de Morichal. De cualquier manera, los hermanos mayores son lo máximo (así lo evidencian miles de fotos con cara de tonta, viendo a mi hermana y pensando: Wow, es lo máximo!!). No hay duda al respecto.

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