viernes, 6 de enero de 2012

Lueve sobre mojado

La lluvia melbouriana aparece, siempre, de la nada. Viene sin llamar antes, pasa sin tocar. Las nubes, la mayoría de las veces, no son señal anticipatoria de una llovida. El Sol a millón y un cielo despejado tampoco significan un día (entero) soleado. La lluvia melbouriana se acaba en un segundo o dura noches enteras. Nos toma a todos por sorpresa. Le moja los deditos a la chica q salió en cholas pq seguroqconesteSolnollueve, le daña el periódico a los viejos y arruina un perfecto día de playa. La lluvia melbouriana tiene el poder de convertirse en grandes rocas de granizo, sin importar si es invierno o pleno verano. Y a veces me pregunto q tanto podemos parecernos a la lluvia inesperada..

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