viernes, 14 de enero de 2011

Los engaños de Hanoi

Hanoi. 15 horas de viaje. 15 horas. El sueño del Sol resplandeciente y de salir de la pesadilla de los zapatos para ponernos cholitas se desvanece en una milésima de segundo. Pero no hay mucho para pensar. Sin rumbo, seguimos a nuestros nuevos amigos americanos q no recuerdo sus nombres. No confiamos en nadie. Ni siquiera en el hombre con cara de buena gente q se acerca a decirnos q no tomemos tal o tal taxi, q son 10km, q cuesta 100mil dongs. No confiamos ni en taxímetro q parece marcar constantemente una cifra razonable y q parece habernos llevado al lugar correcto, a pesar de todas las advertencias de nuestra nueva Biblia Lonely Planet. Al bajarnos del taxi una ola de motos en todos los sentidos nos agobia. Cada paso q damos parece una trampa mortal. Los huecos, las motos, los carros, los tuc-tucs invertidos, los huecos y la chica con sombrero vietnamita y el palo apoyado de los hombros de los q le cuelga a cada lado bandejas de cambur y te pide q por favor le compres una manito. Todo es una trampa. Incluso los edificios son una trampa. Con una fachada de 3mts de ancho parecen ser pequeños.. No te dejes engañar, ni siquiera por los edificios.. Igual estamos encantados. Los engaños de Hanoi nos encantan, descrubrir lo q està detrás de las fachadas para encontrar los 50mts detràs de los 3mts de ancho es algo fascinante.. Aunque igual muero por ir al Sur y dejar de usar zapatos..

No hay comentarios:

Publicar un comentario